ROMERÍA CULTURAL INOLVIDABLE A ISLA NEGRA

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En medio de turistas españoles, americanos, chinos, hindúes, entre otras nacionalidades -en la Casa Museo de Isla Negra, que perteneció a Pablo Neruda- “pichilemunews” se encontró con un viejo coterráneo -Manuel Llanca Lizana, oriundo de Cáhuil- quien fue uno de los pocos amigos del poeta quien en 1971 nos dio el segundo Nóbel para Chile.
En efecto, ayer domingo, invitado por el Centro de Extensión Cultural “Pablo Neruda” de San Fernando fuimos parte de la romería cultural a la que fueron invitados los ganadores de las diferentes categorías del Concurso Literario de Cuento Corto, con el cual realizaron este año, su principal actividad.
Cerca de treinta personas -adultos, jóvenes y niños, tanto ganadores como organizadores- fuimos parte del viaje que en un bus de turismo nos llevó desde la capital de Colchagua -a través de la Ruta de la Fruta- hasta Isla Negra. Luego de atravesar el Puente “El Durazno” vino un desayuno, tras el cual nos fuimos directo a Isla Negra para llegar a la hora estimada: 12 horas. Luego de esperar unos minutos y fotografiar -lo que se podía- y armados los grupos de ocho personas una instruida guía de singular acento nos llevó por cada recodo de la casa museo, mostrándonos una impresionante cantidad de colecciones: mascarones de proa, de pipas, de botellas, de mariposas, de caracolas, trajes, zapatos, y una cantidad de regalos de sus amigos.
Aparte de varias consultas que cada uno hicimos, no pudimos aguantarnos para saber la nacionalidad de la Guía Cultural. Grande fue la sorpresa. Era originaria de Isla Negra, pero nos informó que problemas de pronunciación finalmente superados, la dejaron con ese tono o acento especial, no siendo los únicos -según confesó- quienes le habían hecho la pregunta.
Luego del recorrido, en el patio visitamos la tumba frente al mar en que reposan los restos del poeta y la última de sus mujeres. Ahí, un integrante del Centro de Extensión leyó una poesía realizada con fragmentos de la poesía de Neruda y de su autoría. Y enseguida Mario Pérez Arredondo, el ganador de la categoría Escritores, leyó su cuento corto.
Enseguida, unas cuantas fotos para la posteridad de todo el grupo al lado de la tumba de Pablo y Matilde.
Tras ello, recorrimos algunos senderos y lugares que el poeta transitó y se extasió con la maravillosa y privilegiada vista hacia la inmensidad del mar que tantas veces fue su fuente de inspiración.

PICHILEMINO AMIGO DE NERUDA
Mientras el grueso de la delegación bajaba a la playa frente a la casa de Neruda, “pichilemunews” se dedicó a averiguar sobre el pichilemino que fue amigo de Neruda. Un par de personas del lugar, que vendían sus productos, dijeron no saber de ello. Ya en la plazuela “Eladio Sobrino” nos dirigimos a un anciano que vendía refrescos en un carrito, justo en la esquina del pasaje que lleva a la playa.
Consultado si conocía a una persona que era pescador y que fue amiga del poeta Pablo Neruda, no costó mucho para que nos dijera que él era esa persona. Y ante la pregunta de su nombre, nos señaló que el era Manuel Llanca Lizana. ¡No había duda! que efectivamente era la persona, ya que hace algún tiempo una pequeña nota en el diario Las Ültimas Noticias, salía su nombre y que era un “cahuilino” de la comuna de Pichilemu.
Desde ese momento tuvimos la inquietud por conocerlo.
Nació el 5 de Julio de 1928. A la edad de 7 años sus padres- Luis Alberto llanca Ugarte y Dolores Lizana Jonquera- lo llevaron junto a otros hermanos a Isla Negra, después de estar viviendo algunos años en las vegas de Pupuya, en la comuna de Navidad.
El es el tercero de un total de 20 hermanos, aclarándonos que su padre era “picado de la araña” y tuvo una “hornada” de diez hijos con otra señora.
Su padre era pescador y buzo, por lo tanto varios nos dedicamos a lo mismo. Sin embargo, un tiempo estuvo en Santiago trabajando de chofer. Después de un tiempo, se volvió a Isla Negra, donde en muchas ocasiones compartió con Pablo Neruda. El cuando me veía bucear o pescar a la orilla se acercaba a conversar y a comprarnos pescado. También fui cuidador durante un tiempo de su casa, cuando permanecía viajando o estaba en otros países.
Tuvo una hija y tres nietos con quien fue su esposa -fallecida poco más de tres años- la señora Guillermina Godoy Villanueva, de Paine de donde son las famosas sandías, nos acota.
Hoy don Manuel, con 79 años, nos dice que está retirado del oficio del mar. Desde 10 años tiene ese carrito que le permite mejorar su pasar.
Nos despedimos con un “mucho gusto”, ya que se alegró de conocer a un coterráneo.

TOUR
Luego de ese recreo y bajar unos breves minutos a la orilla del mar de Isla Negra, nos fuimos a Cartagena, lugar donde recorrimos parte de la Playa Grande, lugar donde los organizadores del tour nos ofrecieron el almuerzo. Tuvimos que esperar y hacerle un gran nudo a la lombriz solitaria; pero valió la pena la espera. Un almuerzo que nos tuvo hasta las 17 horas y mientras la amabilidad de la casa se hacía presente con bajativos, primero un dúo de cantantes del lugar -premunidos de charango, zampoña y guitarra- nos amenizó con hermosos temas del folclor latinoamericano. Luego de su partida, el recién electo presidente del centro de Extensión, Sergio Terán Cortez, un eximio guitarrista y cantante, sacó su instrumento y en un dos por tres nos llevó por una cantidad de canciones conocidas que -con voz y sin voz- nos hizo sumarnos a la mayoría al canturreo, pasando espléndidos momentos.
A las 18 y 15 estábamos en marcha hacia el Puerto de San Antonio, donde hicimos la última parada para recorrer parte del paseo y terraza, como el embarcadero de los pescadores artesanales en medio de gaviotas y pelícanos.
A las 19 horas emprendimos el retorno. Agua Mineral, sandwichs, queque -del bueno- y más canciones a cargo de Sergio Terán y el coro de la mayoría siguió amenizando el trayecto. Al cabo de tres horas estábamos de regreso en la sede de la Casa de la Cultura de San Fernando, despidiéndonos y agradeciendo la hermosa jornada.
Una romería cultural que sirvió para conocer a otras personas con similares inquietudes, saber que ellos también se iniciaron en las letras tan timidamente como nosotros, que es común a muchos. Hay que dar el primer paso. Quienes han llegado a ser reconocidos también se iniciaron así, concursando …
Por ello, agradecemos al Centro de Extensión Cultural “Pablo Neruda” por la labor que vienen realizando de años. Incentivando a incipientes escritores y poetas. A cada uno de los integrantes, varones, damas y jóvenes integrantes. ¡Larga vida en su labor! Algún día ….

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