René Benavides, un personaje colchagüino con historia

Por Daniel Osorio
Investigador histórico y social

Sin duda don René es recordado como uno de los más antiguos y destacados profesores del Liceo de Hombres de San Fernando, como lo fueran en su tiempo don Neandro Schilling, Roberto Parada y Juan Danus por mencionar algunos…

Después de una larga carrera tanto docente como musical, por estos días a sus 88 años de edad se encuentra a la espera que la Banda Instrumental del Regimiento de Infantería N° 19, Colchagua estrene su “Himno a los 77 jóvenes héroes de la Concepción” para el juramento a la bandera del día 9 de julio.

René Orlando Benavides nació en Santa Cruz en 1930.

Es en esta ciudad, que está de camino al mar, donde se acerca por primera vez a las letras y los sonidos de la música de mano de su padre: Pedro Benavides Lorca, impresor y suplementero de oficio, quien llevó por varios años los talleres de El Diario El Cóndor de Santa Cruz.

Don Pedro gustaba de tocar la cítara y el violín por lectura, enseñanza que supo trasmitir a René, el tercero de sus cinco hijos, mientras este estudiaba en la Escuela Superior N° 1 de Santa Cruz.

A los 12 años de edad se traslada a dar exámen de admisión en La Escuela Normal de Chillán, donde inicia sus estudios para ser profesor normalista. De 600 postulantes quedan tan solo 30. Él es uno de ellos.

En dicha ciudad desarrolla un activo e interesante ambiente cultural y músical con colegas y amigos. Por sus dotes de violinista es invitado por su profesor, con tan solo 16 años de edad, a ser parte de La Orquesta Sinfónica Santa Cecilia de Chillán, como primer violín.

Además forma parte de un dúo de violín y piano con el recordado foklorista Rolando Alarcón, el mismo de: “Mocito que vas Remando” y “Doña Javiera Carrera bailaba la Resfalosa” además de fundador del grupo Cuncumén por cierto.

El Sub Director de la Normal de Chillán Ernesto Castro Arellano, gran admirador de aquel dúo, al ser nombrado como Director de la Normal de Curicó, para seguir con parte de ese ambiente musical, invita a don René y a Rolando Alarcón a que lo acompañen y que continúen y terminen sus estudios en esta ciudad.

Rolando no puede por problemas familiares, en cambio don René al tener a Santa Cruz más cerca, acepta de inmediato y termina ahí su 6° año de humanidades.

Una vez egresado como profesor primario en 1949, comienza el año siguiente a ejercer el magisterio en el Liceo de Hombres de San Fernando, a la vez que estudia en la Facultad de Ciencias y Artes de la Universidad de Chile, titulándose en 1967 como profesor de Estado en Educación Músical.

Con este título se desempeña como profesor del Colegio Inmaculada Concepción y Liceo de Hombres de San Fernando. En este último pasa por todos los cargos desde inspector hasta Rector Nocturno, cargo que mantiene desde 1976 a 1979.

En 1980, es designado por el Supremo Gobierno, en manos del Intendente Guillermo Doreen, para organizar y poner en marcha la Dirección Provincial de Educación de la nueva Provincia de Cárdenal Caro, a la vez que asume la adquisición del terreno, creación y dirección del Liceo C-25 de Pichilemu.

En 1982 es nombrado como jefe del Departamento de Educación de Chimbarongo, donde asume la creación del primer Liceo de la Ciudad.

Junto con la docencia fue interprete de violín y piano creando composiciónes y estudios para ambos instrumentos.

En el campo de la composición destacan en especial los Himnos a las ciudades de Chimbarongo (autor de letra y música), de Nancagua y Pichilemu, donde hizo dupla con el recordado poeta José Vargas Badilla.

Mismo caso pasó con el Himno de la 1° Compañía de Bomberos de San Fernando “Manuel Rodríguez Erdoiza” donde continuó esa fructífera amistad con el vate.

Otro caso especial es el Himno de La Logia Colchagua, donde hace dupla con el recordado escritor Enrique Neiman.

También es autor de la música del Himno del Liceo Técnico Felisia Tolup Zeiman, del Liceo C -25 de Pichilemu (letra y música), del Colegio Isabel La Católica (letra y música), del Colegio San Fernando el Real entre otras instituciones…

Por esta larga labor, ha sido reconocido por el Rotary Club y la Municipalidad de San Fernando. Esta última lo nombró Ciudadano Ilustre por decreto número 1.255 del ,17 de Mayo de 2011.

Sin duda a nivel nacional su mayor logro es ser autor de la música del Himno del Profesor Normalista de Chile.

Y de ser aceptado por la dirección musical del Ejército de Chile este Himno número 19, esta vez dedicado a los 77 jóvenes héroes de la Concepción, sería su mayor logro a nivel nacional sí la autoridad central decidiera aceptarlo en el futuro.

Por ahora los ensayos de la Banda Instrumental del Régimiento siguen, para usarlo en el juramento a la Bandera 9 de Julio próximo, aquí en San Fernando.

Esperemos que así sea don René y que en el futuro el nombre de nuestra comuna tome relevancia nacional, gracias a usted y su música.

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Hagamos un poco de Historia.

El 9 y 10 de julio de 1882, se gestó en el poblado de La Concepción, en la sierra peruana, la hazaña más heroica de la historia militar de Chile en la Campaña de la Guerra del 79.
Es por ello que, en el año 1916, se estableció esta fecha para el Juramento a la Bandera, donde los jóvenes soldados del Ejército, en homenaje a nuestros héroes de La Concepción, reafirman su compromiso con la seguridad y defensa del país.

De acuerdo con la orden recibida el 6 de julio de 1882, la 4ª Compañía del Batallón Chacabuco 6º de Línea, al mando del Capitán Ignacio Carrera Pinto, ocuparía el pueblecito de La Concepción, tomando posesión de la plaza central de la aldea. Carrera Pinto, aún no conocía de su ascenso cursado en fecha reciente.
Integraban la pequeña unidad los Subtenientes Arturo Pérez Canto, Julio Montt Salamanca, Luis Cruz Martínez, 73 soldados, de los cuales 9 estaban convalecientes de tifus. En total, sumaban 77 almas. Acompañaban a los soldados tres mujeres que servían funciones domésticas, una en avanzado estado de gravidez y la otra con un hijo pequeño de 5 años.

Por su parte, las tropas enemigas, estaban al mando del Coronel Juan Gastó, y se componían de 300 soldados de línea y una montonera de alrededor de 1.500 indios.

El Coronel Gastó, una vez tuvo rodeada la plaza y la iglesia de la Concepción, transitorio cuartel de los chilenos, envía emisarios con bandera blanca pidiendo rendición a estos por ser superados 28 veces a uno.

En el mismo papel Ignacio Carrera escribe que el honor le impide capitular por ser nieto del Padre de la Patria José Miguel Carrera Verdugo.

Acto seguido el Capitán Ignacio Carrera Pinto, comunica a sus soldados que no aceptará capitulación alguna. Luego de la aclamación de la tropa, se aprestan a disparar la primera descarga, que es tan certera y constante, que obliga a los adversarios a retroceder.

El resto es por todos conocido, después de un arrojo temerario y una bravura sin límites perecieron todos…

Mas tarde llega el grueso de la tropa chilena al mando de General Estanislao del Canto, Comandante de la División a la cual pertenecía el “Chacabuco”.
Llegó a La Concepción solo dos horas después de haber finalizado el combate.

En honor a la valentía mostrada por el joven capitán y sus oficiales, ordenó sacar sus corazones de sus cuerpos sin vida.
Más tarde se da sepultura a sus restos mortales al interior de la iglesia junto a los soldados que cupieran en ella y para cubrir y evitar que estos sean profanados al final queman la iglesia.

Los corazones fueron traídos en un frasco con alcohol a Chile y depósitados en la iglesia de la Gratitud Nacional en Alameda.

Años más tarde fueron trasladados a un altar especial en la Catedral de Santiago en medio de grandes honores y la presencia de autoridades y de varios veteranos del 79…

Hoy, como aquel entonces, sus corazones laten de patriotismo cada 9 y 10 de julio en aquellos que juran defender a Chile por Dios y la Bandera.

HIMNO A LOS 77 JÓVENES HÉROES DE LA CONCEPCIÓN.

Los valientes soldados chilenos
se inmolaron en la Concepción.
Todos ellos jamás se rindieron
y lucharon con fuerza y valor.

Que este noble y sin par sacrificio
viva simpre en la juventud,
que la sangre vertida en la sierra
riegue siempre esta gesta inmortal.

Ya han pasado los años del hecho
que enlutó al país de dolor.
Pero siempre seguirá viviendo
la epopeya de la Concepción. //:

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