Contra la violencia, te apoyamos

Loreto Calderón Fernández
Directora Regional (s)
Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género
Región de O’Higgins

El sábado recién pasado se conmemoró en nuestro país y en gran parte del mundo el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres.

En lo que va del año 2017 en nuestra región se han registrado 5 femicidios consumados, 11 femicidios frustrados, y 1.866 denuncias de violencia intrafamiliar contra mujeres. Estos son los indicadores más claros de una sociedad que es desigual. Estas cifras son inaceptables, pero sobre todo dan cuenta de un problema que es grave y que no podemos tolerar, no podemos ser indiferentes ante esta situación, no nos podemos tampoco quedar de brazos cruzados.

Ahora bien, el alzamiento de voces que tildan la violencia de género como fenómeno social inaceptable, es una señal de esperanza para el cambio y un punto de partida para trabajar en su prevención.

La violencia contra las mujeres es un problema social grave que afecta potencialmente a más de la mitad de la población del país y cuya manifestación más extrema es el femicidio. Han existido avances en cuanto a mejorar las leyes que definen estos actos, tipificando en el Código Penal y en el proceso judicial el témino “femicidio” como el asesinato de mujeres en determinadas circunstancias, y de ampliar las penas aplicables a este delito. De esta manera, dimos una señal clara acerca del valor de la vida de las mujeres y que la sociedad condena la violencia de género.

Sin embargo, esto no es suficiente para cambiar las experiencias cotidianas de niñas y mujeres, ni tampoco las de los niños y hombres. Todavía no se conseguido modificar el modo en que la gente piensa y se comporta en lugares públicos, hogares, oficinas, colegios, y en la red. Cerca de un tercio de las chilenas declara haber sufrido, en el transcurso de su vida, alguna forma de violencia por parte de un familiar, de una pareja o de una ex pareja.

El Gobierno de la Presidenta Bachelet se comprometió en su programa a reforzar las políticas de prevención de la violencia de género, entre ellas, aumentar las Casas de Acogida, pasando de 24 a 37 dispositivos que buscan ofrecer un espacio seguro para mujeres cuya vida se encuentra en peligro inminente o riesgo vital, producto de la violencia que viven por parte de sus parejas o ex parejas. Por otro lado, se aumentaron los centros de la mujer en las comunas con mayores índices de violencia, de 97 centros a 103, lugares especializados en los que se brinda la primera atención de acogida a toda mujer que requiera ayuda, orientación e información en relación a las distintas manifestaciones de violencia. En este mismo ámbito, se creó el Programa Nacional de Formación de Monitoras y Monitores Comunitarios en Violencias contra las Mujeres, en 74 comunas del país, y busca contribuir a la prevención, acogida y derivación pertinente de casos de violencia contra las mujeres. Un dato no menor es el convenio MINVU – SERNAMEG, habitacional “Fondo Solidario de Vivienda”, que entrega hasta 680 UF en promedio a mujeres que viven violencia y necesitan comenzar una nueva vida a través de una vivienda sin deuda.

Sabemos que una situación de maltrato necesita el apoyo de todos y todas. Por eso también una nueva campaña comunicacional que centra su discurso o ideas fuerzas en acompañar, de brindar la contención necesaria, de reparar y volver a reconstruir todas las dimensiones y aquellos aspectos que una persona pierde, luego de reiteradas situaciones de menoscabo.

La violencia contra las mujeres y niñas sigue siendo una de las más graves violaciones de derechos y constituye una causa y una consecuencia de la desigualdad de género y de la discriminación, por esta misma razón también se encuentra en trámite legislativo –impulsado por la Presidenta Bachelet-, el proyecto que consagra el derecho a vivir una vida sin violencia para niñas, adolescentes y mujeres.

A través de esta nuevo proyecto buscamos ampliar las nociones de violencia e incorporarlas al ámbito extrafamiliar, considerando otro tipo de violencias como la trata de personas, la violencia simbólica-que está presente en los medios de comunicación y en la publicidad-; contempla además situaciones que no tenían castigo como el femicidio entre convivientes civiles y entre pololos, la difusión de imágenes íntimas no consentidas y por primera vez, asegurar el derecho a un parto humanizado.

Hoy además no se exige que el maltrato sea habitual para que sea sancionado e incluye a niños. Niñas, personas adultas mayores y personas en situación de discapacidad.

Les insto a que podamos construir desde la región, una sociedad que se guíe por el principio de igualdad y que desde nuestra vida personal, familiar y laboral, seamos también gestores de cambio para que hombres y mujeres desarrollen relaciones igualitarias basadas en el respeto mutuo y los conflictos puedan resolverse de manera pacífica y no a través del menoscabo, mal trato o los distintos tipos de violencia que sufren las mujeres de nuestro país.

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