A través de redes sociales han aflorado numerosas denuncias por presuntas estafas contra Agustín José Antonio Pérez Ramírez. Es acusado de vender pasajes aéreos a bajo costo de forma “cuestionable”, y de vender cupos en dólares de tarjetas de crédito supuestamente robadas.
Pero, ¿quién es Pérez?, ¿qué hizo exactamente? Aquí las respuestas a estas interrogantes.
¿Quién es?
Pérez Ramírez, apodado “Guga”, nació el 25 de julio de 1997 en San Antonio. Es hijo del odontólogo Marcos Antonio Pérez Riffo y María Verónica Ramírez Tapia, actual concejal de Pichilemu, funcionaria de la gobernación provincial de Cardenal Caro y asesora del senador socialista Juan Pablo Letelier.
Tras realizar sus estudios primarios en el colegio Charly’s School de Pichilemu, cursó primero medio en el Colegio Santa Cruz de Unco, segundo en el Colegio Manquemávida y tercero en el Colegio Evelyn’s School, todos de Santa Cruz, antes de volver a su inicial colegio pichilemino, donde egresó de enseñanza media con promedio 5.2 en 2015.
Aún siendo estudiante secundario, en el verano de 2015 fue organizador del Waves Music Festival, fallido evento que se iba a realizar en Pichilemu pero que no obtuvo permiso de las autoridades competentes. En marzo de ese año, personas que compraron entradas reclamaron que éstas nunca fueron reembolsadas, a lo que Pérez respondió “se había devuelto el 95%”. No sabemos el desenlace de esa historia. Algunos aún siguieron reclamando que el retorno de los dineros jamás se hizo.
Ingresó a la carrera de ingeniería comercial en la Universidad Diego Portales (UDP), retirándose poco después.
Este año se presentó como candidato a la Asamblea Constituyente Joven, organizada por la Fundación Equidad, para “elaborar un documento titulado Constitución Joven”. En el sitio web de la convocatoria se define de tendencia de “izquierda”, y argumenta conocer “de primera mano las distintas realidades de este país y los puntos de inflexión en los ejes de segregación, esencial para construir la abolición a los vestigios de la dictadura”. “Mi disposición y énfasis político social son determinantes: con y para el beneficio y progreso efectivo del pueblo”, dice.
¿Qué habría hecho?
Dólares de tarjetas “robadas”
Las primeras denuncias en contra de Pérez se refieren a hechos sucedidos en 2013. Mario Araya explica que fue “estafado” por Agustín Pérez con unos 500 mil pesos, aquel año. “Robaba tarjetas de credito y nos vendía los cupos en dolares que nosotros utilizábamos para nuestros negocios legales. Sin embargo, a mí nunca me respondió por nada, perdí el dinero”, lamentó, agregando enfáticamente que “él utilizaba en esa epoca una CuentaRUT del hijo de una conocida, [quien] cuando se enteró, supo que Agustín estaba utilizando a sus hijos de palos blancos para estafar”.
Pidió explicaciones a su madre, la ahora concejal Ramírez, quien le habría señalado que “no se hacía responsable por su hijo, siendo menor de edad. Ahora siendo concejal le mostraron esta publicación y nuevamente señaló que no se puede hacer responsable de él porque es mayor de edad. Una burla para todos los estafados”.
Alejandro Picón Gutiérrez también dice haber sido afectado por esta situación. “Sinceramente espero que la mamá se haga responsable. […] Yo en su momento llamé por telefono a la mamá, hablamos un buen rato y se comprometió a que haría que AgustÍn respondiera por esto ‘porque tenia que aprender que eso no se hacia y bla bla bla bla’. ‘Que le diera una o dos semanas’ y nunca pasó nada.”
Dice que durante la espera “se me esfumaron los deseos de insistir por mi dinero”. A los nuevos afectados pidió que “judicialicen” los hechos. “Plata para responder será difícil, pero al menos que no le queden ganas de seguirle haciendo esto a más gente“, indicó Picón.
Pasajes aéreos
Agustín Pérez creó una página en Facebook denominada “Flych Chile”, en que se presenta como “Vuelos con descuento. Todos los vuelos, cualquier fecha y aerolínea”. El modus operandi consistía en que los clientes debían enviarle un link o pantallazo del vuelo deseado, y éste les remitía el valor final con un significativo descuento. De aceptarlo, los interesados debían transferirle a su cuenta bancaria el precio acordado. Pérez retiró ayer la página ante los numerosos reclamos y denuncias.
Martín Chávez, uno de los afectados, fue uno de los primeros que se atrevieron a denunciar el actuar del hijo de la edil pichilemina. Si bien reconoce que en varias ocasiones Pérez sí vendió los pasajes que ofrecía, un viaje planificado a Brasil con su familia no resultó como planificó. Le encargaron seis pasajes y le transfirieron un millón 375 mil pesos. “Ya teniendo el dinero en su poder comenzó con discursos poco congruentes. Un día nos decía que tenía los boletos y al otro día que no los tenía”, explica. Devolvió sólo 500 mil pesos, y a través de mensajes privados se dedicó a burlar de los padres de Martín.
Rolando Sepúlveda, en junio pasado, utilizó el portal Reclamos.cl para dar a conocer su malestar y denunciar las operaciones de Pérez, a quien identifica incluso con su RUT. “Bien simple, y al parecer que por vergüenza de no parecer [huevones] nadie publica la [mierda] que es Flych Chile“, dice Sepúlveda.
Por su parte, Valentina Arancibia Aranis es estudiante de medicina en la UDP, y con una publicación en Facebook compartida cientos de veces ha condenado duramente las acciones del pichilemino.
En conversación con El Marino, Arancibia explica que conoció a Pérez mediante su pololo, quien era su compañero en ingeniería comercial de la UDP. “Ahí le contó de su negocio de venta de pasajes aéreos, tenía una página de Facebook en donde los promocionaba. Ya que somos de Chiloé le compramos un par de veces vuelos de montos menores, pensando que era algo legal”, indica.
Agrega que, “sin embargo, hace un mes transferimos 220 mil pesos para pasajes Castro-Santiago, Santiago-Arica. Pasaron los días y no enviaba nuestros pasajes. Luego de una semana empezamos a presionarlo, ante lo cual recibíamos insultos y descalificativos, especialmente yo que soy mujer”.
“Nos trataba de tontos, que no entendíamos el sistema, que tenía cosas más importantes que hacer como ver Games of Thrones, en fin”, cuenta la estudiante, quien continúa indicando que “cuando comencé a amenazarlo con hacer pública la situación e involucrar a su madre, se urgió y nos prometió devolver el dinero”.
Pérez, sin embargo, no cumpliría con su promesa. “Su excusa esta vez”, dice Valentina, “era que debía sacar una nueva tarjeta de transferencia porque la había botado. Así paso otra semana más, y otras hasta que envió pasajes que nosotros nos habíamos dado cuenta que eran ‘truchos’ y exigimos devolver el dinero y no pasajes, mil veces”. “Varios de ellos fueron bajados por LAN, infiero por no comprobar el pago”, lamenta Arancibia, ante la humillación que le motivó “funarlo” en Facebook, donde encontró a otros presuntos estafados.
Inicialmente, Pérez respondió a los dichos de Arancibia diciendo que “si no fueras una mina tan obsesiva los tendrías [los pasajes o reembolsos] hace rato. Lamentablemente con esto me voy a demorar a drede. Y tu publicación me la paso por la raja […]”.
Hay numerosas denuncias en su contra, interpuestas ante la Policía de Investigaciones, según señalaron los afectados.
Los descargos
Ayer por la tarde, Pérez utilizó su cuenta personal de Facebook para defenderse “con desagrado” de las acusaciones, las que califica como “situaciones de populismo mediático“.
En primer lugar dijo que su madre y el cargo que ostenta “no tiene relación en lo absoluto” con los hechos que le imputan y que se trata de “netamente oportunismo del más barato”. Continúa diciendo que la venta de pasajes aéreos fue su principal negocio, añadiendo que “no es ilegal, exceptuando que la comercialización por redes sociales significa evasión de impuestos y una serie de otras cosas que conlleva la informalidad”.
Según explicó, habría colaborado con un ciudadano ruso supuestamente llamado Alexander Panayotidi, “miembro de el (sic) área comercial de la aerolínea rusa S7 Airlines, de la alianza One World, con quien establecí contacto en primera instancia por internet estando en New York City en junio del 2016 y posteriormente me reuní en un viaje a Moscú unos días después”.
“Se realizaron muchas (muchas) compras y viajes sin inconvenientes, hasta que el sistema de compra fue detectado como fraudulento por Latam (LAN) y dieron de baja gran número de pasajes. Lamentablemente, en algunos casos, los boletos no se pudieron comprar nuevamente y la cosa se saturó“, indica Pérez.
“[Por] la alta afluencia y mi irresponsabilidad, no compré algunos boletos. Mis más cercanos y cercanas podrán dar cuenta de que algunos días tuve que encerrarme en mi casa para poder dar abasto a la demanda y aún así hay cosas que salen mal”, dice antes de anunciar que los problemas con devoluciones “se solucionará[n] en el tiempo mínimo posible”.
Mauricio Cárcamo Alvarado, también afectado por el negocio de Pérez, le contraresponde: “Acá pueden leer una versión típica de este personaje, haciéndose la víctima. Le faltó añadir que bloquea a toda persona de sus redes sociales [que lo critica], que los pasajes fueron denunciados por CMR Falabella por estar relacionados a estafas, que dicha alianza con esa persona [el ruso] no existe, dado que su negocio se basa en comprar dólares virtuales obtenidos de forma ilegal (no se cómo)”. “Faltó agregar que insulta y amenaza, que no responde nunca”, añadió antes de concluir que “a esas personas [que lo apoyan, les pido] que tengan dos dedos de frente y se den cuenta que lo que está acá no es algo producto de una ‘irresponsabilidad’, fue hecho a propósito, y que su mamá esté en baile es producto de que él no tuvo la dignidad de responder en su momento“.
