El escritor colchagüino Daniel Barros Grez

El nombre de Daniel Barros Grez ocupa un sitial de privilegio dentro de las letras chilenas. Miembro de la llamada “Generación de 1867”, asombra por su prodigiosa fecundidad, talento e ingenio.

Nacido en la hacienda de Ranguilí, en 1834, inicia sus estudios en el Instituto Nacional de Santiago y se titula de ingeniero civil, en la Universidad de Chile, en 1850.

La producción literaria de Barros Grez es verdaderamente extraordinaria. Destacó como poeta, dramaturgo, cuentista y novelista. En poesía, su labor es exhuberante: 264 fábulas en verso, siendo el primero en Chile que dio a la publicidad en 1855, un libro de este género.

Como dramaturgo, demuestra también una fecundidad admirable. Son numerosísimas sus comedias de costumbres, dramas y juguetes cómicos. Muchos de ellos con vigencia en nuestros días. Así, “El casi casamiento”, “Como en Santiago”, “Cada oveja con su pareja”, “El ensayo de la comedia”, “El tutor y su pupila”, “Mientras más viejo más verde”, etc.

En el género cuento, publicó “Cuentos para niños grandes” en Bruselas, en 1868, con un total de trescientas noventa y cinco páginas.

Novelista. En 1876, Barros Grez entrega “Pipiolos y pelucones”, novela de ambiente histórico; “Excepciones de la naturaleza”, impreso en 1879; “Mundo, demonio y carne”, obra miscelánea, 1866; “El huérfano”, novela picaresca, en 1881; “La academia política literaria”, en 1890, y “Las aventuras de Cuatro Remos”, novela picaresca, en 1898.

A esta asombrosa producción debemos agregar numerosos artículos sobre costumbres y tipos chilenos; un diccionario etimológico en ocho tomos que intentó publicar; y varias novelas inconclusas. Es necesario anotar además su proyección en el campo de la ciencia. Fue inventor de un aparato mecánico distribuidor de las aguas de regadío, autor de planos de edificios, puentes y calzadas, e inventor de un instrumento musical.

La producción literaria del fecundo escritor colchagüino, demuestra en conjunto un extraordinario caudal vocabulario, pero carece de buen gusto. No obstante, tiene el mérito de ser el fundador del teatro chileno y muchas de sus piezas dramáticas, trasuntan fina ironía, deliciosa frescura y gracia inimitable.

Daniel Barros Grez falleció en Quillota, el 29 de agosto de 1904.

José Vargas Badilla, 8 de agosto de 1981.

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