El futuro departamento de Rapel con su capital La Estrella

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La Estrella, en 2010.

La provincia Cardenal Caro fue creada por decreto ley firmado en Pichilemu en octubre de 1979, generando posibilidades efectivas a este territorio, tan olvidado por el Gobierno, de progresar. La idea no era nueva, sin embargo. Ya en 1913, el editor de El Progreso de Matanzas dedicaba una extensa editorial para argumentar sobre los grandes beneficios que traería la creación de una unidad administrativa para las comunas costeras, idea que permaneció en el completo olvido por varias décadas…

“El futuro departamento de Rapel con su capital La Estrella”, 11 de mayo de 1913

Hace algún tiempo ya que los habitantes de esta región acarician la idea de solicitar de los poderes públicos la división del extenso y poblado departamento de San Fernando. La enunciación de esta idea, aunque nueva, merece ser tomada muy en cuenta por el gobierno, ya que ella al manifestarse se ajusta a los dictados del derecho que todos los grandes centros de población, y de extensas superficies, tienen para pedir al gobierno una administración más inmediata que responda a sus desenvolvimientos cada día más crecientes.

El nuevo departamento comprendería las comunas de Matanzas, Pichilemu, Rosario, Estrella y Calleuque (nota 1), con una población no menor de 30.000 habitantes, y con una superficie superior a otros departamentos de sur y norte del país que se trata de crear.

La provincia de Colchagua, siendo una de las más pobladas y extensas del país, cuenta sólo con dos departamentos, y esto sólo basta para formarse una idea de las crecidas molestias y gastos que ocasiona a los habitantes, si tienen que recurrir, atravesando grandes distancias para llenar sus necesidades, a San Fernando, en demanda de sus oficinas públicas.

Curicó, con mucho menos extensión y población que Colchagua, se le creó por ley de no hace mucho tiempo el departamento de Santa Cruz, y desde entonces este pueblecito que sólo había sido un modesto villorrio se ha transformado en un pueblo de importancia bajo todos conceptos.

La acción benéfica de jerarquías superiores en el orden administrativo es lo que hace encarrilar, con seguro tesón, el progreso regional, y sus habitantes se ven favorecidos con el aumento de atención central hacia sus correspondientes necesidades públicas.

No son móviles de orden político lo que mueve a los habitantes de esta abandonada y rica región para manifestar y sostener esta, su aspiración, de todo punto justificada; ni pretensiones vanidosas de gollerías1 infantiles que se deshacen al primer análisis por carecer de motivos fundados, no. Es el férvido anhelo de llegar a concluir con una situación desesperante que hace casi imposible la vida regular por falta de servicios que aminoren nuestro aislamiento del concierto de la vida nacional. Es el derecho que todas las regiones pobladas, cual la nuestra, tienen para solicitar acogerse al radio donde se hace sentir el calor de la justicia distributiva que el nervio gubernativo atiende con paternal solicitud.

Una línea que partiendo de la laguna de Cáhuil al E. llegue hasta enfrentar a Marchigüe, se la prolongaría al N. incluyendo la comuna de Calleuque, desde ahí la línea divisoria tomaría al N. E. para llegar a la junta de los ríos Cachapoal y Tinguiririca; el límite N. serían desde la junta los márgenes del Rapel hasta el mar; he aquí los límites del futuro departamento de Rapel, que tendría por capital La Estrella, pueblo de importancia ubicado en el corazón de la región.

Como se verá, no empleamos términos medios cuando se trata de exponer las necesidades de los numerosos núcleos de poblaciones que por esta extensa y olvidada región habitan. Nuestro periódico es su portavoz y se honra con hacer de estas necesidades indiscutibles, y que son un justo derecho, su bandera de combate.

Nota 1: La comuna de Calleuque se denomina, desde 1927, como Peralillo; mientras que la de Matanzas se llama actualmente Navidad.

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