A las 12.30 horas de mañana sábado 19, con la asistencia de una serie de autoridades, se inaugurará la Escuela “Divino Maestro”, proyecto nacido de una de las diversas iniciativas entregadas en el seno del Concejo Municipal por parte del “negativo” -a juicio del actual alcalde Vargas- ex concejal Washington Saldías.
En efecto, al poner de manifiesto en reiteradas ocasiones del peligro inminente de un atropello de niños y jóvenes estudiantes que venían a estudiar a la Escuela “Digna Camilo”, desde el sector El Bajo, Los Jardínes, Pavez Polanco, Reina del Mar y de las nuevas poblaciones del sector nor oriente, ese “negativo” concejal señaló que debiera construirse un Colegio en esos nuevos sectores poblacionales.
Aún no terminaba de exponer esa idea, cuando se preguntó “y de dónde vamos a sacar plata para comprar terreno”. Pero así fue como, al instante el “negativo” concejal Saldías señaló: “Tenemos la manzana 54. Vendámosla y de ahí se saca el dinero suficiente para un terreno adecuado y nos sobra para otras cosas …”
Y, en esa sesión, hubo concenso unánime para ponernos en campaña para llamar a un Remate Público para la venta de aquel bien raíz. Fue así -entonces- como efectivamente se llamó a Remate Público (en todo caso fue en un proceso transparente) donde el Señor Francisco Alcántara se adjudicó aquella propiedad por un monto que, según recuerdo fue de 50 millones de pesos.
¿Cuánto costó el terreno?
La propiedad comprada a los socios Nélson Leiva Ahumada y Aldo Polanco Contreras costó algo así como 18 millones de pesos.
¿Qué pasó con el saldo? Se hizo la nada misma. Nada importante, nada trascendente se hizo con ello: nimiedades. Sin embargo, el objetivo principal -contar con un terreno para postular el proyecto de una nueva escuela- se cumplió. Eso es más importante que nada.
No importa quién dio la idea, pese a que de seguro las flores “se las tirarán a los políticos”.
Sin embargo, la historia no se puede borrar. Y algún día ésta dirá la verdad de las cosas, a menos que se compren a los historiadores.
