En efecto, la serie del personaje Juan Buscamares, que componen cuatro temas, el Agua, el Aire, la Tierra y el Fuego se ha convertido en todo un suceso, al punto que los tres primeros libros de historietas han sido editadas ya en varios idiomas. Y su autor, el joven artista del cómic, es el chileno Félix Vega Encina, de 31 años, está de cabeza trabajando para exponer el cuarto elemento -el Fuego- en la Feria del Cómic, que se realizará en mayo del 2003 en Barcelona.
Es justamente la ciudad española el hábitat que ha elegido Félix Vega para desarrollar su carrera de dibujante y que le ha permitido lograr premios en Japón y trabajar nada menos que para la revista PLAYBOY en español, donde a los guiones de Enrique Abulí, los transforma en dibujos que, asombran por su perfección del cuerpo humano, lógicamente en sabrosas y eróticas historias para el público lector de la afamada revista del legendario y ya viejo creador del imperio de las “conejitas”. ¿Hace falta nombrarlo?
No obstante, Félix Vega -al que conocemos y hemos tenido en nuestro programa “Radiografía Comunal” de la radio local “Entreolas”- ha declarado que se siente más realizado dibujar historias con sus propios guiones; lo cual podrán constatar en la entrevista que en su último número dedica a jóvenes chilenos de exportación la revista “Caras”, y que junto con dar que hablar le dan prestigio a Chile.
¿Cómo lo conocemos?. El es hijo de un matrimonio amigo, ambos artistas pintores: ella es Ana María Encina Lemarchand y el Oscar Vega Etcheverry, el verdadero creador de la caricatura Mampato. A esta pareja la hemos invitado en al menos tres oportunidades ha exponer a Pichilemu y, obviamente, han expuesto. Es más, cada vez que exponen en Santiago u otras ciudades, más de una obra es un lugar de Pichilemu, lugar donde vive la orgullosa abuela materna de Félix y donde veraneaba desde muy niño junto a sus hermanos menores. Fue en una de esas ocasiones, cuando recorriendo las dunas del sector norte de la playa principal, al encontrarse perdidos, surgió el personaje de Juan Buscamares, ya que saliendo a la orilla del mar pudieron orientarse y retornar a la casa de su abuela.
